Día de la Tierra

Madre tierra
Que estas en los suelos
Dignificado sea tu nombre
Venga a nosotras tu medicina natural
Y hágase la luz y la verdad de tus productos
Así en tu tierra
Como en mi cuerpo
Danos el alimentos de cada día
Enséñanos a no contaminar
Y bendice a quien con amor te cultivan
No le dejes caer en la ambición
Y libéralos de la ignorancia
De quererte destruir

No encontré algún nombre por la autoría, es una pena, pues me hubiera gustado mucho poder escribirle para compartirle de manera personal lo que me hizo sentir y pensar con tan bella pieza, resultado de su encuentro con una expresión de la divinidad en un rostro materno y tan humano. 
Madre tierra que estas en la tierra, gracias por dar abrigo a toda la vida, por cuidar de ella, por alimentarla con los productos de tu suelo, por regar y fertilizar con el liquido vital que albergas en tus entrañas, de tu vientre nace la medicina, el alimento y la hermandad carnal y espiritual al consumir tu suspiros de amor y de vitaminas. Dios madre permite a tus hijas e hijos sentir dolor cada vez que te herimos, muéstranos siempre ese rostro bondadoso, haznos sentir compasión y caridad para que cuidemos de ti, de la humanidad, de la dignidad propia y de quienes, así como yo, también son tus crías. 
Madre tierra síguenos proveyendo de construcción, sanación y saberes para cuidar de la vida, de todas las vidas. 
Aprovecho este espacio y el marco del Día Internacional de la Madre Tierra para expresar públicamente mi agradecimiento a quien contribuyó a profundizar en mi espiritualidad, a fortalecer mi vínculo con la divinidad y a fomentar mi compromiso con el cuidado de la casa común. 
Amen, así sin acento.