Día Internacional del trabajo doméstico

22.07.2021
El Día Internacional del Trabajo Doméstico se conmemora el 22 de julio desde 1983, con el objetivo de reconocer, promover y valorar socialmente las labores de quienes se dedican a esta actividad, que en su mayoría son mujeres, niñas y adolescentes. Este día se declaró como tal durante el Segundo Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe (EFLC) donde se discutieron aspectos de la vida de las mujeres por esta labor; entre ellos el rol doméstico de la mujer en el trabajo fuera del hogar y la posibilidad de participación en el ámbito público, como una forma de visibilizar la feminización del mismo.
Esta conmemoración coloca en el ámbito público el reconocimiento del trabajo al interior de los hogares, tanto remunerado como no remunerado y sus aportaciones económicas y sociales a los países, así como la desigualdad en el acceso a derechos, que afecta principalmente a las mujeres debido a la subvaloración de este trabajo. El trabajo doméstico es aquel que se realiza dentro del hogar. Implica actividades de limpieza, preparación de alimentos; cuidado de niñas, niños, adolescentes, personas mayores, personas con discapacidad, alguna condición de salud o personas dependientes e incluso animales; tareas de mantenimiento como jardinería; de transporte como conducir vehículos; de administración y gestión del hogar como las compras de insumos, entre otras. Por lo cual, el trabajo doméstico es imprescindible al brindar cuidados personales y del hogar.
A pesar de que el trabajo doméstico se realiza dentro de la vida familiar, y responde acuerdos y dinámicas que se establecen entre quienes la comparten, éste es altamente feminizado (mujeres, niñas y adolescentes). Los roles de género designan tareas de cuidado y domésticas exclusiva o mayoritariamente a las mujeres es importante visibilizar el hecho de que la carga del trabajo doméstico y de cuidados de las mujeres es un factor estructural de la desigualdad de género que restringe notablemente la posibilidad de las mujeres de contar con ingresos propios, tener acceso a la protección social de participar plenamente en la política y la sociedad.
Debido a la perpetuación de estos roles existe una desigual distribución de las tareas domésticas y de cuidado como consecuencia de los arraigados estereotipos de género. En México, las mujeres contribuyen con cerca de 60% del total de horas dedicadas al trabajo remunerado y no remunerado (tiempo total de trabajo), en tanto que los hombres contribuyen con poco más del 40%. Las principales diferencias se observan en el trabajo no remunerado de los hogares, ya que las mujeres de 12 años y más triplican el valor registrado por los hombres. (INMUJERES 2014)
Las mujeres dedican 59 horas a la semana al trabajo de cuidados y doméstico, tres veces más que los hombres que dedican 22 horas promedio. Con relación al cuidado, las mujeres dedican 28.8 horas a la semana a realizar este tipo de actividades, en tanto que los hombres sólo dedican 12.4 horas a la semana. El tipo de cuidado al que más tiempo le dedican las mujeres es el proporcionado a los integrantes del hogar de 0 a 14 años (24.9 horas semanales) y a cuidar a personas enfermas o discapacitadas que requieren atención especial (26.6 horas a la semana). En cuanto a las actividades domésticas, las mujeres dedican en promedio 29.8 horas a la semana, frente a las 9.7 horas dedicadas por los hombres. Las mayores diferencias se observan en la preparación y servicio de alimentos, limpieza de la vivienda y de la ropa y calzado. La abrumadora carga del trabajo doméstico no remunerado y de cuidados es un factor estructural de la desigualdad de género. (INMUJERES, 2017)
Esto genera algunas implicaciones que afectan el desarrollo las mujeres que son: menor tiempo para el aprendizaje, la especialización, el descanso, la participación social y política, o el cuidado personal, mayores dificultades para insertarse en un trabajo fuera del hogar, mayores obstáculos para avanzar en las carreras educativas y laborales, mayor participación en trabajos de menor valoración y menores ingresos, mayor participación en el trabajo informal, en el cual las mujeres pueden tener un mayor control sobre su tiempo, aunque este tipo de trabajo no les brinde protección social.(ONU MUJERES 2020)
Es importante reconocer jurídicamente al Trabajo Doméstico y de cuidados como un bien público y como parte de los derechos humanos de las mujeres para Invertir en más y mejores servicios públicos de infraestructura, salud y, en especial, de cuidados, que articulen las políticas sociales y económicas con perspectiva de género para avanzar la producción y uso de estadísticas que midan el aporte económico de las mujeres y desarrollar un sistema nacional de cuidados. (ONU Mujeres 2020)
Con la celebración de este día se pretende visibilizar el trabajo doméstico y de los cuidados que las mujeres realizan cotidianamente para reconocerlo decorosamente como un trabajo que, aunque no es remunerado con justicia atraviesa todas las esferas públicas y privadas. El trabajo que las mujeres hacen día a día es trabajo productivo que sirve para sostener los medios de subsistencia que permiten el desarrollo económico, cultural y social, a pesar de ello, incorpora desventajas de sobreexplotación. Es importante el reconocimiento al tiempo que se distribuye equitativamente entre mujeres y hombres, exigir la corresponsabilidad de todas y todos para quitar las diferencias de género en los hogares, en las instituciones, empresas y comercios, porque lo personal es político.