DÍA MUNDIAL DE LOS REFUGIADXS

La mayoría de estas personas son obligadas a huir, muchas de ellas escapan de situaciones que ponen en riesgo su integridad y su vida, este día nos invita a dar un trato digno a cualquier persona sin importar quiénes sean, Buscar protección es un derecho humano que no está sujeto a negociación.

Este día muestra las necesidades y realidades a las que se enfrentas las personas refugiadas, pues visibilizar esto, ayuda a movilizar voluntad política y recursos para que las personas refugiadas no sólo sobrevivan, sino que tengan una vida digna y próspera, sin embargo es importante proteger y mejorar la vida de las personas refugiadas todos los días, los días internacionales como el Día Mundial del Refugiado ayudan a centrar la atención del mundo en la difícil situación de quienes huyen de conflictos o persecuciones. Muchas de las actividades que se realizan en el Día Mundial del Refugiado crean oportunidades para apoyar a las personas refugiadas.

En América Latina muchas mujeres salen de sus lugares de origen huyendo de la violencia y el miedo constante por sus vidas y las de sus hijos. En 2020, países como Honduras y El Salvador se encontraban dentro de los lugares con mayor incidencia en las tasas de feminicidios, según datos del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y El Caribe. Mientras que, en 2021, de las 131 mil solicitudes de asilo en México, 41% fueron mujeres, muchas de las cuales han sido víctimas de violencia de género. Aunado a ello, las mujeres refugiadas y en contexto de movilidad enfrentan otros tipos de violencia y discriminación que derivan no sólo de su género sino de su nacionalidad, estatus migratorio, etnicidad, entre otras (ACNUR, 2022).

Hemos visto a lo largo del continente las diversas y recientes protestas que han visibilizado el aumento exacerbado de violencia hacia niñas, adolescentes y mujeres diversas en todo el mundo. En México, enfrentamos una realidad que nos ha rebasado, por lo que se requieren acciones urgentes, contundentes y sustantivas, pues la vivencia de desigualdad, violencia sexual y de género sigue restringiendo el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, al trabajo digno y sin brecha salarial, a espacios seguros en ámbitos educativos, a la no discriminación de mujeres LBT, y la adecuada atención en servicios de salud y al derecho a la verdad, la memoria y la justicia. En el caso de mujeres y niñas refugiadas y migrantes, estos retos se ven exacerbados.

Los altos índices de violencia contra las mujeres y el alza de los feminicidios en México, nos revelan la importancia de seguir trabajando y luchando, en los diferentes aspectos que muestren resultados ante las situaciones que viven las mujeres, las niñas refugiadas y migrantes quienes queriendo huir de la violencia se enfrentan a múltiples formas de discriminación e interseccionales que parten de su género, origen nacional, estatus migratorio, y que puede complejizarse si tienen una orientación sexual o identidad de género diversa, origen indígena o una discapacidad.