María Herrera
María Herrera es madre de cuatro hijos desaparecidos, Jesús Salvador y Raúl Trujillo Herrera, cuyo rastro perdió el 28 de agosto de 2008 cuando viajaban para comerciar oro en el estado de Guerrero (sur), azotado por narcotraficantes en ocasiones aliados con policías. Salvador tenía entonces 24 años y Raúl 19. Años más tarde desaparecieron Gustavo (28) y Luis Armando (25) desde el 22 de septiembre de 2010. También comerciantes de oro, desaparecieron en el estado de Veracruz (este), con fuerte presencia del crimen organizado. Ambos ayudaban con las averiguaciones para localizar a sus hermanos. La pérdida de sus cuatro hijos le ha dado el impulso para ayudar a otras víctimas de la delincuencia en México. Ha sido reconocida como "heroína" por la oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.