Sábado santo

16.04.2022
Dania Alejandra Velázquez Cano Misionera Cordimariana


Silencio que espera el amanecer;

Silencio, que dispone vida y milagro cotidiano,
Silencio, que deja ver lo silenciado; que descubre lo profundo: 
la valentía y el amor.

En el día de YHWH, día de descanso, 
-porque lo hecho por su mano está bien y es bueno-
amenaza el dolor de la muerte,
contenido en un amanecer de paz.
-recuerda, eres Dios de vida.-

Día en el que, nuevamente, Jesús nos revela
que trae la liberación.


-Una y otra vez rompió legalismos para traer vida-
Hoy, rompe muertes y trae salvación, 
-porque el sábado es para el ser humano-
porque, nuevamente, toca la muerte; lo podrido,
lo enfermo, lo corrupto; lo asesinado, silenciado, excluido…
Y trae vida; lo transforma en vida.

Es el Silencio del sábado, que da nueva esperanza
a los pies cansados de andar, 
a quienes se esconden por temor, desazón o hastío.
Se oyen, se ven, se reconocen rostros-voces- 
escondidos, rechazados, olvidados. 

Es el Silencio del sábado, el que hace ver, oír, palpar 
tantas mujeres que levantan el rostro, preparan perfumes y ungüentos; 
para sepultar lo asesinado, para sembrar el amor,
y dejar renacer algo nuevo, más pleno y lleno de vida.

En el silencio del sábado las mujeres disponen el corazón para el encuentro.
-Buscan desde ya al maestro, Raboní-
Y esperan esperanzadas, en medio del dolor y la desesperanza que les rodea.

En el silencio del sábado contemplamos a María, 
que supo estar junto a la cruz y en toda su vida;
-antes y después le enseñó a escuchar a la Ruah que le habló al corazón un día.-
Contemplamos a María y a las mujeres que, en medio de preguntas, 
el dolor y el shock de la muerte, desean salir al encuentro de la Verdad.

En el silencio del sábado contemplamos, 
sin esperanza aparente, camino pascual;
a quien anda, busca, y no deja de amar.

En el silencio de la tierra que también clama adolorida, 
transformándose para sobrevivir;
preguntan, sin escuchar respuestas:
-¿Por qué tantas desapariciones y asesinatos, por qué tanta muerte?

En el silencio del sábado, como Jesús y las mujeres, 
es tiempo para retomar lugar, disponer la esperanza. 
-Tiempo de sacudirse el miedo y ejercer nuestra libertad-

Preparar espacio en el corazón para el perdón, 
la liberación, el abrazo, el encuentro, 
y la misión; andares nuevos de resurrección. 

Porque todo tiempo es de Dios,
Porque todo tiempo es muerte-vida-misericordia-liberación.

Sábado santo